La mesoterapia se utiliza para tratar signos de envejecimiento cutáneo como arrugas, pérdida de elasticidad y sequedad de la piel, así como también para la alopecia y la caída del cabello, la celulitis y el tratamiento de estrías y cicatrices.
El procedimiento consiste en inyectar pequeñas dosis de sustancias medicinales directamente en las zonas afectadas del cuerpo del paciente.
Existen dos métodos para realizar este tratamiento: de forma manual, utilizando una aguja y jeringa del tamaño adecuado, o de forma mecánica, con una pistola especial de mesoterapia. De 3 a 4 ingredientes de sustancias activas y fármacos se seleccionan de manera individual según las necesidades del paciente, creando una mezcla personalizada que luego se aplica. Gracias a este tratamiento, se puede mejorar rápida y no quirúrgicamente el estado y la apariencia de la piel. Tras la sesión, la piel luce más joven, nutrida y descansada. Este método también es eficaz en la prevención de la caída del cabello. Los cócteles especialmente preparados nutren la piel, regeneran la estructura capilar, detienen la caída e incluso en algunos casos favorecen el crecimiento de nuevo cabello.
La mesoterapia también es un método eficaz contra la celulitis.
Las inyecciones se aplican cada 0,5–1,0 cm. Las punciones son casi indoloras, ya que la aguja solo alcanza el tejido graso. La inyección del preparado activo mejora la microcirculación en el tejido subcutáneo y aumenta el metabolismo de las células grasas.
Contraindicaciones del procedimiento: embarazo, diabetes, alergias, herpes, heridas, trastornos de coagulación, cáncer.