La escleroterapia es un método utilizado para tratar las varices más simples y las dilataciones venosas intradérmicas, comúnmente conocidas como “arañas vasculares”.
El procedimiento consiste en aplicar el medicamento adecuado directamente en la vena. Las inyecciones se realizan con una aguja de insulina muy fina. Tras la aplicación, la vena se contrae, la pared venosa se irrita y se fibrosa, el flujo sanguíneo se interrumpe y la vena deja de ser visible en el transcurso de unos días a varias semanas. El procedimiento es indoloro y no requiere anestesia. Tiene una duración aproximada de 30 minutos. Después, el paciente puede retomar sus actividades cotidianas.
En el caso de varices en las extremidades inferiores, tras la intervención se coloca un vendaje compresivo adicional para aumentar la eficacia del tratamiento.
Para obtener un buen resultado, a menudo se requieren varias sesiones. Tras la escleroterapia, pueden aparecer manchas o cambios de color en la piel en el lugar de aplicación. En la mayoría de los casos, estas pigmentaciones desaparecen de manera espontánea dentro de los seis meses posteriores al procedimiento.