Patas de gallo
Las arrugas alrededor de los ojos, conocidas como “patas de gallo” o líneas de la risa, son difíciles de ocultar y lamentablemente muy visibles. La piel en esta zona es muy sensible y fina, tiene poca grasa y sus fibras son débiles. Es particularmente delicada, tiende a presentar enrojecimiento, irritación y envejece más rápido.
Los tratamientos para eliminar estas arrugas consisten en inyecciones de BOTOX®. Este procedimiento evita que los músculos faciales se contraigan, lo que conduce a la reducción de los cambios visibles bajo los ojos.
Arrugas horizontales de la frente
Las arrugas de la frente aparecen como resultado de fruncir el ceño en situaciones de preocupación o sorpresa. La predisposición a desarrollar arrugas, incluidas las de la frente, es hereditaria. Que aparezcan más temprano o más tarde depende de nuestros genes.
Una dieta adecuada y las cremas no siempre son suficientes. Tenemos una influencia limitada sobre el proceso de envejecimiento de la piel. Por ello, merece la pena recurrir a métodos que retrasen este proceso, como el tratamiento con BOTOX®, que ayuda a posponer los signos del envejecimiento durante un tiempo.
Arrugas verticales de la frente
Las arrugas verticales de la frente aparecen como consecuencia de entrecerrar los ojos, fruncir la frente, la miopía o la frecuente exposición al sol sin gafas. La disminución de la elasticidad y firmeza de la piel hace que las expresiones faciales difíciles de controlar provoquen estas arrugas. La frente es una zona muy visible y sensible, y estas arrugas no favorecen, ya que aportan un aspecto severo, preocupado o cansado. Pueden eliminarse tanto con BOTOX® como con ácido hialurónico.
Botox permanente
Los tratamientos de alisado de arrugas son los más difundidos entre las terapias estéticas. Normalmente, el efecto dura hasta 6 meses. En el caso del BOTOX® permanente, este período se extiende a más de un año. Administrando dosis mayores en intervalos cortos, la actividad del BOTOX® se prolonga al doble, evitando visitas frecuentes al médico y el contacto repetido con agujas.
Para la sudoración excesiva
El sudor en sí no tiene olor; son las bacterias en la piel las que lo descomponen y generan el mal olor. A veces sucede que sudamos intensamente sin razón aparente. Cuando esta situación se repite, hablamos de “hiperhidrosis” o sudoración excesiva.
Las inyecciones de BOTOX® son una buena forma de detener la sudoración. El tratamiento bloquea las terminaciones nerviosas que activan las glándulas sudoríparas. En solo media hora, el procedimiento libera a los pacientes de la sudoración excesiva, incluso por más de seis meses. Estos tratamientos se aplican en casos de sudoración excesiva de axilas, pies y manos.
Baby Botox
La última tendencia en la terapia con BOTOX® se conoce como BABY BOTOX®, donde un número creciente de pacientes opta por reducir la cantidad de sustancia inyectada para obtener un aspecto más natural.
Sin renunciar completamente al BOTOX®, pero disminuyendo la dosis, se evita un rostro excesivamente estirado y libre de toda arruga de expresión, logrando en su lugar una belleza más fresca y corregida de forma natural.
La ventaja del BABY BOTOX® es que puede utilizarse a una edad temprana, especialmente en personas con predisposición genética a mostrar signos de envejecimiento prematuro.